Masaje para evitar el estrés
Desde nuestros ancestros ha sido documentado la existencia de
aceites naturales con los que los antiguos seres humanos se daban masaje
de relajación, es decir, los masajes son, han sido y serán un recurso
por medio del cual los seres humanos buscamos un efecto relajantes, de
sedación y de tranquilidad.
El
masaje es la manipulación de los tejidos blandos (músculos) del cuerpo
con un objetivo específico, el cual en el masaje de relajación es
disminuir la tensión acumulada en el cuerpo, a consecuencia de diversos
factores que las provocan.Como cualquier otro masaje no hay que ser un super especialista en el, es cierto que hay que tener conocimientos básicos de anatomía, y fisiología del cuerpo, pero cualquier persona con un mínimo de conocimientos de masaje y buen sentido común puede aplicarlo
El contacto físico de las manos
sobre el cuerpo de una persona provoca ciertas reacciones a nivel físico
y psíquico, lo que provoca que se liberen ciertas cantidades de
hormonas, las cuales una de sus funciones es hacer que el paciente
refiera sensación de bienestar y felicidad, no solo en su cuerpo si no
que también en todo su entorno familiar, laboral y social.
Además
el contacto físico provoca una reacción refleja del sistema nervioso el
cual hace que haya un relajación del sistema musculo-esquelético lo
cual de manera automática rompe todos los espasmos musculares.
Les
recuerdo que el masaje relajante es muy diferente al masaje
terapéutico, este ultimo tiene como finalidad el de recuperar al cuerpo
después de una lesión y el masaje de relajación cómo su nombre lo dice
su única función es la de provocar relajación del sistema muscular.
El
masaje terapéutico y el relajante parten de objetivos muy distintos. El
primero pretende curar o al menos calmar ciertas dolencias, mientras
que el segundo persigue únicamente relajar a quien lo recibe o
aliviarle, por ejemplo, la zona de las cervicales tras una dura jornada.
El curativo lo aplica el profesional, que conoce el cuerpo de sus
pacientes y sabe cuál es el problema a tratar y cómo ha de masajear la
zona lesionada o dañada. Bien a través de la osteopatía (estiramientos
óseos), la quiropraxia (manipulación de puntos concretos en las
vértebras) o la reflexoterapia (presiones sobre las terminaciones
nerviosas de manos y pies), han de ser sólo los profesionales quienes
así manipulen el cuerpo. Pero no hay que esperar a que aparezca una
lesión para acudir a ellos. Si se estima que un dolor o una molestia
persistente es síntoma de que algo va mal, habrá llegado el momento de
ponerse en manos de un especialista.
Cuando una parte del
cuerpo nos duele o molesta, la acariciamos. Masajeamos el músculo y los
tejidos blandos en búsqueda de alivio. No resulta extraño, pues, que los
beneficios del masaje y su capacidad para mejorar la salud estén
recogidos en escritos milenarios, presentes en múltiples culturas que
han desarrollado sus propias técnicas. Los hindúes lo convirtieron en
objeto de estudio, los egipcios confiaban en él para aliviar el
cansancio de cuerpo y mente, e incluso los griegos socráticos alabaron
sus virtudes. Pero si bien la cultura oriental integra el masaje como
una acción de cura y en ocasiones hasta mística, Occidente tarda en
admitir su práctica de forma reglada y natural. Lo hace ligado al
deporte, entendiéndolo como una fórmula para combatir la rigidez, las
contracciones o los dolores reumáticos, e incluso para favorecer la
consolidación de fracturas. Sin embargo, las bondades de un masaje no se
limitan a estas propiedades fisiológicas. También alivian el malestar
psíquico y combaten el estrés, relajan cuerpo y mente, y si se reciben
con confianza y entrega, ofrecen la oportunidad de desconectar por unos
instantes.
EFECTO DEL MASAJE RELAJANTE EN EL CUERPO
• Músculos: Recuperan la elasticidad y se disipan los signos de tensión. disminución del tono muscular, alivia dolores
• Músculos: Recuperan la elasticidad y se disipan los signos de tensión. disminución del tono muscular, alivia dolores
• Sistema nervioso: Proporciona una sensación relajante. favorece el equilibrio del cuerpo y su inmunidad
• Sistema Digestivo: mejora el tránsito intestinal
•
Circulación: Activa el proceso circulatorio sanguíneo y linfático, al
aumenta el envío de oxigeno a los tejidos. permite una mejor eliminación
de las toxinas
• Piel: El peeling o la fricción de la epidermis ayuda a liberar los desechos y a eliminar las células muertas.
•
Emociones: modifica su estado psíquico, disminuye la ansiedad y reduce
el estrés, aumenta la autoestima y la valoración personal
• contacto no agresivo por parte de la persona que lo aplica.
• Lo más importante a la hora de realizar este tipo de masajes es actuar sobre los puntos de tensión del receptor.
• Trabajar sobre los NUDOS (Áreas dolorosas)
• Paciente tranquilo y relajado.
• Habitación no fría ni muy caliente, y con iluminación adecuada.
• El paciente deberá sentir seguridad en las manos de quien le da el masaje, ya que es fácil de que perciba cierta inseguridad.
• Superficie firme y cómoda.
• Aceites minerales, con aromas suaves y/o dulces.
• Mantener un movimiento constante al dar el masaje.
• No comer antes del masaje
• Estar atentos a las contraindicaciones y precauciones generales
ZONAS PRINCIPALES A TRABAJAR
Principalmente se ubican en la espalda, músculo trapecio, erectores de la columna y musculatura masticadora.
Principalmente se ubican en la espalda, músculo trapecio, erectores de la columna y musculatura masticadora.
Atención al cuello
Sin duda, lo más habitual es solicitar un masaje en el cuello y esto no es casual. Las preocupaciones y los miedos, en definitiva, la intranquilidad se concentran en la nuca. La mala educación postural, hábitos como sujetar el teléfono con la barbilla o sentarse con las piernas cruzadas, cargan a lo largo del día. Pero no sólo eso. El desequilibrio emocional también se sitúa entre la cabeza y la espalda. Por ello, un ligero masaje desde la nuca hasta los hombros tiene la facultad de aliviar las molestias y combatir el estrés. Al fin y al cabo, dejamos aquello que nos pesa en manos amigas, algo a lo que no estamos acostumbrados en otros ámbitos o momentos del día. La terapia del masaje puede aplicarse a toda persona e influir positivamente en ella.
Sin duda, lo más habitual es solicitar un masaje en el cuello y esto no es casual. Las preocupaciones y los miedos, en definitiva, la intranquilidad se concentran en la nuca. La mala educación postural, hábitos como sujetar el teléfono con la barbilla o sentarse con las piernas cruzadas, cargan a lo largo del día. Pero no sólo eso. El desequilibrio emocional también se sitúa entre la cabeza y la espalda. Por ello, un ligero masaje desde la nuca hasta los hombros tiene la facultad de aliviar las molestias y combatir el estrés. Al fin y al cabo, dejamos aquello que nos pesa en manos amigas, algo a lo que no estamos acostumbrados en otros ámbitos o momentos del día. La terapia del masaje puede aplicarse a toda persona e influir positivamente en ella.
Zona lumbar
Aquí es donde se concentra gran cantidad del peso que el cuerpo carga al realizar las actividades diarias, es por ello que aquí siempre se brindara una serie de pasadas cuando se da el masaje de relajación.
Piernas
El masaje de relajación en la piernas provoca una sensación de bienestar y alivio a lo que se le llama popularmente como las piernas "cargadas", las personas describen como una sensación de alivio absoluto.
Revista GoandRun
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