martes, 26 de julio de 2011

Alimentación saludable: antes, durante y después de la compra (4ta y última parte)

Después: en casa

 El cuidado en la conservación y manipulación higiénica de los alimentos en el hogar es esencial para preservar sus garantías alimentarias así como sus cualidades organolépticas (sabor, olor, color, textura...).

Hasta que llegue el momento de cocinarlos, estos se han de mantener en perfectas condiciones en la despensa, en el frigorífico o en el congelador según el tipo de alimento que se trate.

La temperatura y el tiempo son dos factores determinantes en la calidad higiénica de los alimentos, de ahí que sea conveniente tardar lo mínimo posible en llegar de la tienda a casa si se han comprado alimentos frescos (vegetales, carnes, pescados), refrigerados o congelados.

El verano es un momento crítico ya que la temperatura ambiente es mayor, aumenta el riesgo de que los gérmenes se multipliquen y se registran casos de toxiinfecciones alimentarias por consumo de alimentos en mal estado.
  • La despensa: es el lugar indicado para guardar los alimentos que pueden mantenerse a temperatura ambiente (20ºC): cereales y derivados -arroz, pasta, harinas, galletas, panes...-, alimentos deshidratados o secos, frutos secos, azúcar, sal, café, aceite y otros tratados con métodos higienizantes que no requieran frío para su conservación (leche esterilizada, conservas -pescados, carnes, verduras, legumbres, encurtidos, mermeladas...-), etc.
    • No obstante, los productos esterilizados, una vez abiertos, hay que tratarlos como perecederos y conservarlos en el frigorífico. 
    • En la despensa también tienen cabida la mayoría de frutas y hortalizas, que se conservan de una manera óptima a temperatura ambiente en un lugar seco, fresco y bien ventilado. 
    • La clave en la despensa es el orden y la disposición: los alimentos de primera necesidad y de uso más frecuente se colocarán más cerca y a la vista, y los adquiridos en último lugar detrás. 
  • En el refrigerador y en el congelador: El primer paso es graduar la temperatura (entre 2ºC y 4ºC para el frigorífico y -18ºC para el congelador) y dejar espacio entre los alimentos para que circule el aire frío. 
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    • En el refrigerador se han de separar los alimentos crudos de los cocinados (estos últimos conviene colocarlos en las baldas superiores) y también separados los alimentos de distinta naturaleza (carnes, pescados, frutas...) para evitar riesgo de contaminación cruzada. En ambos casos, es fundamental guardar todos los alimentos en recipientes cerrados o bolsitas, y si fuera preciso con una rejilla en la base para evitar el contacto directo del alimento con el jugo que desprenden. 
Espero estos cuatro apartados en el blog sean de su ayuda.

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