Alimentación saludable: antes, durante y después de la compra (1a parte)
Planificar el menú semanal, verificar la fecha de caducidad y de consumo preferente en la tienda y conservar los alimentos con seguridad garantizan una alimentación saludable
Comer es fácil, pero comer bien, de forma equilibrada, no lo es tanto. La razón es que adquirir el hábito de comer saludable no se improvisa. Por el contrario, obliga a actuar con conciencia, con criterio y con un mínimo de conocimiento en todo lo que concierne a la alimentación, desde la compra hasta el mantenimiento de los productos.
Tener claro cómo se deben conservar los alimentos en el hogar, la forma de manipularlos de manera higiénica antes, durante y después del cocinado y conocer la mejor manera de cocinarlos son factores que determinan la calidad de nuestra alimentación.
Esta es una pequeña guía de consejos y pautas para ayudar a que cualquier persona pueda adquirir y mantener hábitos alimenticios sanos y equilibrados. Y es que la alimentación saludable también empieza en la compra.
Antes de comprar
La compra de los alimentos es elemental en la planificación de una alimentación saludable. Si se hace de manera correcta, se ahorra tiempo, dinero y se invierte en salud a través de una selección adecuada de los alimentos. Basta con tener tiempo para comprar, planificar el menú semanal con antelación y hacer la lista de la compra incluyendo lo imprescindible para comer bien. Estas son las claves que ayudan a comprar con criterio, hacer elecciones saludables y evitar improvisaciones continuas que suelen suponer, además, un gasto extra.
Se tiende a adquirir productos poco saludables si se hace la compra con el estómago vacío
- Acudir a las compras con tiempo, sin prisa y descansado. Así se compararán mejor los precios, la calidad de los alimentos y será más fácil prestar atención al etiquetado -sobre todo a las fechas de caducidad y consumo preferente-, y elegir de manera acertada entre todas las opciones.
- Planificar el menú semanal con anticipación y repasar la despensa, el frigorífico y el congelador. Es esencial conocer la frecuencia recomendada de consumo de los alimentos básicos y las cantidades adecuadas de las raciones para configurar una alimentación sana para toda la familia:
- pescado: el consumo mínimo recomendado es de 3 veces por semana, en concreto una cantidad de entre 125 y 150 g por persona y día.
- fruta fresca: al menos dos piezas por persona y día, mejor fruta fresca y no zumos.verduras y hortalizas: se debe comer algo 'verde' a diario
- legumbres: la cantidad recomendada es de 2 a 4 raciones por semana (60-80 g de ración/persona).
- Hacer la lista de la compra de acuerdo al número de comensales y de comidas que se cocinen en el hogar de manera habitual. Es fundamental hacer una lista ordenada por tipo de alimentos (agiliza la compra), repasarla para no olvidar nada y evitar compras imprevistas que hacen gastar más tiempo y dinero.
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